Top 5 errores que cometen las empresas al preparar un monitoreo ambiental
En Guatemala, como en muchos países de América Latina, la gestión ambiental de las empresas ha avanzado notablemente en las últimas décadas. Sin embargo, a pesar de la existencia de leyes, normas técnicas y estándares internacionales, muchas organizaciones siguen cometiendo errores clave al preparar sus monitoreos ambientales. Estos descuidos no solo afectan la confiabilidad de los resultados y el cumplimiento legal, sino que también pueden derivar en sanciones, retrasos de permisos y conflictos con comunidades. A continuación, se describen cinco de los errores más frecuentes y recomendaciones prácticas para evitarlos, con base en la normativa nacional y buenas prácticas internacionales.
Errores más frecuentes
No cumplir con la normativa local vigente
El primero y más común de los errores es no ajustarse a la legislación ambiental nacional, regulada principalmente por la Ley de Protección y Mejoramiento del Medio Ambiente (Decreto 68-86) y el Reglamento de Evaluación, Control y Seguimiento Ambiental (Acuerdo Gubernativo 137-2016).
El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) es la autoridad responsable de velar porque las empresas cumplan con sus obligaciones de control y monitoreo ambiental. Muchas empresas elaboran planes de monitoreo incompletos, presentan reportes fuera de plazo o replican formatos sin considerar las particularidades de su actividad.
Cumplir la normativa implica conocerla a fondo y capacitar al equipo técnico y administrativo. La asesoría de consultores ambientales autorizados ante el MARN es clave para garantizar que los monitoreos cumplan con la ley desde el diseño hasta la entrega de informes.
En sectores como el de generación eléctrica, por ejemplo, varios proyectos hidroeléctricos han recibido observaciones del MARN por presentar informes incompletos o entregarlos fuera de plazo, lo que retrasa la obtención de licencias y pone en riesgo la operación.
Para prevenir este tipo de situaciones, en ECOQUIMSA recomendamos realizar una auditoría documental anual para verificar el cumplimiento de requisitos y cronogramas de entrega ante el MARN. Esta práctica evita multas y asegura la continuidad operativa.
Elegir parámetros inadecuados o incompletos
Otro error frecuente es definir mal los parámetros y variables que se van a monitorear. En Guatemala, el MARN y las normas técnicas COGUANOR establecen guías claras para determinar qué medir y cómo hacerlo. Sin embargo, aún se observa que algunas empresas monitorean solo lo más básico sin tomar en cuenta otros factores relevantes como ruido, vibración, material particulado o biodiversidad. Un monitoreo incompleto puede dar una imagen falsa del impacto real de un proyecto. Para evitar este error, es esencial elaborar una línea base ambiental robusta, consultar las guías sectoriales del MARN y usar normas específicas como la COGUANOR NGO 29 001 para el caso de aguas residuales.
En la industria de alimentos y bebidas, hemos acompañado a varias plantas en la identificación de oportunidades de mejora en sus planes de monitoreo. En algunos casos, el enfoque inicial se centraba exclusivamente en efluentes líquidos, dejando fuera otros aspectos relevantes como emisiones atmosféricas o niveles de ruido, que también pueden tener impacto en las comunidades cercanas. Gracias al acompañamiento técnico, muchas de estas empresas han fortalecido sus estrategias de cumplimiento ambiental de manera integral.
Desde nuestra experiencia en ECOQUIMSA, recomendamos diseñar su plan de monitoreo considerando factores de riesgo ambiental y social, y actualícelo cada 2 años para ajustarse a cambios en procesos o expansión de operaciones.
No usar los resultados para la mejora continua
Uno de los mayores desperdicios en el proceso de monitoreo ambiental es tratarlo como un simple requisito para cumplir con la autoridad y no como una herramienta para la mejora continua de la empresa. Esta visión limitada hace que los datos se archiven sin analizarlos ni generar acciones correctivas. El estándar internacional ISO 14001:2015 establece que un Sistema de Gestión Ambiental debe incluir la revisión de resultados, medición de desempeño y adopción de medidas para reducir los impactos. Analizar resultados permite optimizar procesos y prevenir impactos. Por ejemplo, si el monitoreo de ruido muestra niveles altos, la empresa debe implementar barreras acústicas o reubicar maquinaria.
En proyectos de construcción, se ha identificado que los monitoreos de material particulado (PM10) representan una valiosa herramienta que aún no se aprovecha plenamente para optimizar las rutas internas de transporte de maquinaria pesada. La implementación de mejoras en este aspecto podría contribuir a reducir emisiones y fortalecer la relación con las comunidades vecinas.
De hecho, el Informe Nacional de Estado del Ambiente 2020 señala que las principales quejas ambientales de las comunidades en Guatemala están vinculadas al polvo, ruido y contaminación de agua superficial (MARN, 2020), lo que evidencia la importancia de abordar estos factores desde la planificación operativa.
Por ello, en ECOQUIMSA recomendamos programe reuniones trimestrales para analizar resultados de monitoreos con los responsables de operaciones y definir acciones de mejora continua.
Contratar laboratorios no acreditados
Los resultados de cualquier monitoreo ambiental deben provenir de laboratorios confiables, con acreditación vigente ante la Oficina Guatemalteca de Acreditación (OGA) y licencia ambiental del MARN. Algunas empresas reducen costos recurriendo a laboratorios informales. Esto pone en riesgo la validez de los informes, que pueden ser rechazados, generando retrasos y gastos adicionales. Antes de contratar, se debe verificar que el laboratorio esté en el directorio oficial de la OGA y cumpla con procedimientos de muestreo y cadena de custodia.
En el sector minero, por ejemplo, se han presentado casos en los que informes provenientes de laboratorios sin acreditación vigente fueron rechazados, lo que provocó retrasos de hasta seis meses para la regularización de permisos. Estas situaciones resaltan la importancia de contar con laboratorios certificados para garantizar la validez y confiabilidad de los datos ambientales.
Para evitar estos inconvenientes, en ECOQUIMSA recomendamos que antes de contratar un laboratorio, solicite siempre copia de la acreditación OGA y la licencia ambiental actualizada. En ECOQUIMSA facilitamos estos documentos a todos nuestros clientes, garantizando trazabilidad y cadena de custodia certificada.
No comunicar resultados a las partes interesadas
Finalmente, un error que genera conflictos comunitarios y desconfianza es mantener los resultados del monitoreo como información confidencial. El principio de transparencia y participación está contemplado tanto en la normativa guatemalteca como en estándares como la ISO 14001. Comunicar los resultados fortalece la relación con comunidades y evita rumores. Las buenas prácticas incluyen reportes ejecutivos accesibles, reuniones comunitarias y difusión de información en los informes de responsabilidad social empresarial (RSE).
Como lo señala el PNUD Guatemala (2021): “La transparencia ambiental es un factor clave para la paz social y la competitividad de la industria.”
En ese sentido, en ECOQUIMSA recomendamos elaborar boletines ejecutivos semestrales en lenguaje sencillo y presentarlos en reuniones comunitarias. Este gesto no solo refuerza la confianza, sino que también fortalece la reputación corporativa.
¿Cómo evitar estos errores?
El monitoreo ambiental es una herramienta poderosa para prevenir, mitigar y corregir impactos. Cumplir la ley, definir parámetros adecuados, analizar resultados, trabajar con laboratorios acreditados y comunicar la información de forma transparente son pasos clave para demostrar compromiso real con la sostenibilidad.
En Laboratorio ECOQUIMSA, ponemos a su disposición más de 22 años de experiencia, personal especializado y acreditación vigente ante la OGA, ajustados a normativas nacionales e internacionales. Además, le brindamos asesoría personalizada, herramientas prácticas y acompañamiento técnico para convertir cada monitoreo en una ventaja competitiva para su empresa.
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Referencias
MARN. Informe Ambiental del Estado de Guatemala (2020). Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala.
NUD Guatemala. (2021). Guía de Buenas Prácticas Ambientales para el Sector Extractivo. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Escrito por Ing. Juan Carlos Chavarría, Representante Comercial