Mapas de Dispersión: Entendiendo el impacto real de las emisiones y cómo me pueden ayudar en mis Estudios de Impacto Ambiental
Cuando hablamos de calidad del aire en la industria, hay dos conceptos básicos que debemos diferenciar: emisiones e inmisiones . Puede sonar sencillo, pero la mayoría de los errores en la interpretación de resultados, e incluso en la aplicación de normas, se deben a no identificar bien esta diferencia.
Emisiones
Son todos los contaminantes que mi empresa genera directamente: calderas, hornos, extractores, vehículos de la flota, maquinaria, etc. Si un día “apago” la fábrica y detengo operaciones, mis emisiones serían cero. Por lo tanto, soy 100% responsable de ellas.
Ejemplo de monitoreo de Emisiones
Inmisiones
Son los contaminantes que llegan al área donde se encuentra la empresa o la comunidad, sin importar quién los haya generado. Pueden provenir de mis calderas, sí, pero también de la carretera cercana, de la quema de basura en un poblado vecino, de un vocán activo a 30 km o incluso de polvo proveniente del Desierto del Sahara.
Si apago la fábrica, las inmisiones pueden seguir siendo exactamente las mismas. Es decir, la empresa tiene poco control sobre ellas.
Ejemplo de monitoreo de Inmisiones
Compromisos de cumplimiento
Una empresa puede comprometerse a cumplir al 100% con sus metas de emisiones, porque puede actuar directamente sobre ellas: cambiar de combustible, mejorar la combustión, instalar filtros o aplicar tecnologías que reduzcan contaminantes.
En cambio, no puede comprometerse totalmente con las inmisiones, porque dependen de factores externos como clima, topografía o actividades de terceros.
El riesgo de confusión
No entender bien esta diferencia puede generar conflictos. Si una comunidad percibe mala calidad del aire (inmisiones) y ve chimeneas en la zona, puede atribuirle toda la responsabilidad a la empresa, aunque la causa real provenga de incendios forestales o quemas cercanas.
Para aclarar esto, una empresa puede realizar estudios:
De inmisiones, que muestran la calidad del aire en la zona, pero no identifican causas.
De emisiones, que permiten conocer qué tanto está generando la empresa y si cumple con la normativa.
Sin embargo, aun con estos datos, no siempre queda claro si las emisiones afectan directamente a la comunidad. Aquí es donde entra en juego una herramienta clave.
El valor de los Mapas de Dispersión
Un Mapa de Dispersión es un modelo matemático que predice cómo se comportan las emisiones en el ambiente. Para lograrlo, combina datos de las fuentes (altura de la chimenea, velocidad y composición de los gases, caudales, etc.) con información del entorno (condiciones meteorológicas, topografía, edificaciones cercanas).
Con este análisis es posible determinar si una fuente de emisión tiene un impacto real en la calidad del aire de una comunidad y en qué medida.
Ejemplo visual de un mapa de dispersión
Decisiones más inteligentes
Los Mapas de Dispersión permiten a las empresas:
Identificar zonas críticas donde sí hay impacto, optimizando recursos de monitoreo.
Saber en qué horarios o épocas del año ocurre el mayor efecto, y ajustar procesos solo en esos momentos.
Tomar medidas específicas y costo-eficientes, en lugar de controles generalizados y costosos.
Conclusión
Un Mapa de Dispersión no solo ayuda a determinar si las emisiones de una empresa son responsables de la mala calidad del aire en su entorno. También permite diseñar estrategias de control ambiental más precisas, económicas y efectivas, generando confianza en la comunidad y garantizando el cumplimiento de la normativa.
En ECOQUIMSA, creemos que este tipo de herramientas son fundamentales para lograr un equilibrio entre el desarrollo industrial y el respeto por el medio ambiente, siempre con la dignidad humana como eje central.
Escrito por Ing. Rodolfo Girón, Gerente General.